viernes, 25 de marzo de 2011

Unos pasajes..

era el 1848 Paul Lafargue escribio': el gran problema de la producción capitalista no es ya el de encontrar
productores y de duplicar sus fuerzas, sino de descubrir consumidores, excitar sus
apetitos y crearles necesidades ficticias.

¡Todavia no a cambiado nada`en 200 años!
 


‎1848:En Lyon, en lugar de dejar a la fibra de la seda su pureza y su
flexibilidad natural, se la recarga de sales minerales que la hacen más pesada, mucho
más frágil y de menos uso. Todos nuestros productos son alterados a fin de facilitar s ...u
salida y abreviar su existencia.
 
en clave ironica:Estas falsificaciones, que tienen como única motivación un sentimiento humanitario,
pero que producen soberbias ganancias a los fabricantes que las practican, si bien son
desastrosas por la calidad de las mercancías y constit ...uyen una fuente inagotable del
derroche del trabajo humano, demuestran la ingeniosidad filantrópica de los burgueses y
la horrible perversión de los obreros que, por satisfacer su vicio por el trabajo, obligan a
los industriales a sofocar los gritos de su conciencia y a violar hasta las leyes de la
honradez comercial.
 
«Desde 1825, año en que estalló la primera crisis general, el mundo industrial y comercial, la producción
y el comercio de los pueblos civilizados y de sus anejos más o menos bárbaros, se deteriora cada diez
años aproximadamente. El comercio se detiene, los mercados están atestados, los productos son tan
abundantes como invendibles; la moneda se oculta, el crédito se desvanece, las fabricas se cierran, la
población obrera se encuentra desprovista de medios de subsistencia por haberlos producido antes en
exceso, las bancarrotas se suceden, lo mismo que las ventas a precios ínfimos. Durante años, se mantiene
este exceso de artículos, se desperdician o destruyen, en gran cantidad, las fuerzas productivas y los
productos sobrantes, hasta que desaparece el exceso de mercancías despreciadas y la producción y el
intercambio recuperan progresivamente su ritmo. Poco a poco, el crecimiento se acelera se pone al trote,
del trote industrial se pasa al galope y, por fin, al galope tendido de una carrera de obstáculos, en la que la
industria, el comercio, crédito y la especulación, después de los saltos más arriesgados, acaban en el
abismo de la crisis. Entonces, hay que volver a empezar. Hemos atravesado cinco crisis desde 1825 y
acabamos de salir de la sexta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario